Stefano tiene 40 años y, desde hace 8 años, junto con su esposa Laura, gestiona el Bar Pasticceria Gelateria BonBon en Bubano, un pequeño pueblo en la provincia de Bolonia. Después de trabajar durante 12 años como chef, decidió entrar en el mundo de la heladería y la pastelería.
En su establecimiento, preparan tanto productos dulces como salados para el desayuno, como croissants, pastelería miniatura, tartas modernas y clásicas, helados artesanales y tartas para ocasiones especiales como bodas, confirmaciones, bautizos, comuniones y cumpleaños. También ofrecen aperitivos por la tarde.
Innovadores y siempre actualizados con las tendencias del mercado, les encanta hacer que los clientes se sientan como en casa, mimándolos con cuidado y atención.
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